Cerro Mirador


2024 - Solo Show N.A.S.A.L. - CDMX 

    En una comunidad de la Chinantla existe un árbol llamado majé en chinanteco o jonote en español. De su corteza se extrae una fibra que antes de la llegada del plástico se utilizaba para hacer bolsas destinadas a cargar cosechas de calabaza y maíz. Esta es la historia de una fibra y de su aparición en mi vida, de cómo en el proceso de aprender sobre ella se fueron hilando historias de agricultura y programas de campo, de siembra de café y cosecha de lluvia y de amistad con la familia de quien sería mi maestro, el señor Eligio. En las hebras del hilo veo memorias sobre la expropiación de tierras por la construcción de megaproyectos, de pasados de haciendas tabacaleras y reflexiones en torno a lo que significa trabajar y aprender desde un territorio nuevo. De cómo ser cuidadoso y honesto con las contradicciones que habitan en las dinámicas del arte contemporáneo y en su extractivismo simbólico, de navegar las trampas del ego y de la posibilidad de afirmar que no existen las exposiciones individuales, pues como en la vida misma, los cuidados se sostienen por un montón de amigues, árboles, animales y microorganismos que nos acompañan en distintas dimensiones.


Vista de instalación, Cortesía  N.A.S.A.L. Fotografías: Ramiro Chávez



01. Dispositivos para captar y/o 
guardar agua de lluvia.

“-Trabajar. 

¿Qué es estorbar?

¿Cómo sé que no estoy estorbando?

//Sé que no había agua antes y ya empezó a llover, entonces de entrada mi presencia es un gasto de agua extra.//
  • //Para poner en contexto, en Cerro Mirador no hay conexión de agua, o ríos cercanos o pozos. El pueblo está sobre múltiples rocas y cavarlos sería imposible. Por lo que toda el agua que hay es de lluvia. Antes de llegar hubo unas secas extendidas. Por esto la vida y no sólo la siembra se rigen por la temporada de lluvias. //

Sobre esto hice un registro de fotografías de diversas tecnologías y estructuras que en el pueblo y los terrenos de alrededor se emplean para captar agua. Según las cartas del INEGI en Valle Nacional hay una precipitación anual que va de los 1,200 – 5 000 mm.”









02. Sobre la siembra en Cerro Mirador
  • Para contextualizar: la siembra de milpa en Cerro Mirador varía respecto de los Valles. Mientras en las zonas planas, como Tlalixtac de Cabrera y Oaxaca Centro, se tienden a hacer surcos con tractor o yunta (bueyes) en línea recta en la mayoría de ocasiones, o en curvas de nivel si hay ladera para aprovechar los derrames de agua; en Mirador el terreno se encuentra accidentado por rocas, árboles y una selva, básicamente, que se tumba (tira) para hacer espacio. 
  • La tierra es dura y uno tiene que esperar las lluvias para que se afloje y entonces se siembra con espeque, un palo con punta filosa que se clava en el suelo y donde se depositan 6 semillas de maíz cada metro y medio. (El número varía dependiendo de quien siembre, pero en este lugar nunca será menor a 3). Es imposible hacer una línea recta, entonces se hace zigzag y se va ladeando y encontrando huecos entre las piedras o tocones de los árboles que acumulan tierra.

//Hace unas dos semanas todo estaba seco, tanto que había grietas en el suelo y la yerba mora y algunos plátanos se quemaron.//


Agua de pataxtle con azúcar.
  • Aquí también hay un aguacate que se llama chinene que es blanco por dentro.

//Aprendí que el maíz se tuerce para evitar que éste germine en la mazorca. Así, cuando llueve, la lluvia corre y cae y los elotes no se humedecen. Esto se hace antes de cosechar.//










01_Diario/Bitacora de investigación (pdf)

    Durante mi estancia en Cerro Mirador mantuve un diario donde depositaba mis sueños, cuando y cómo comenzaba o dejaba de llover y una serie de  apuntes vinculados a la fibra del árbol del Jonote. En la escritura se fueron apareciendo semillas, recetas, metodologías de siembra, especies, nombres nuevos de árboles y múltiples vínculos que iban tejiendo historias que al principio no había notado o pensé que pudieran aparecer.

Este texto es mi intento de ser honesto con cómo fueron sucediendo las cosas a lo largo del tiempo. Al principio me aterraba mucho la idea de hacer un extractivismo en un territorio que me era nuevo, donde yo era un desconocido que un día llego con una curiosidad por un árbol. Se me ocurrió que la mejor manera de no serlo, era ser honesto y compartir todo, tal cual paso, con sus contradicciones, errores, fallas y encuentros.

En un fragmento del diario escribo “Espero que mis palabras reflejen mis acciones” y en otra parte “Espero estar a la altura de mis promesas” Sabiendo que el miedo inmoviliza, y que más que hablar hay que hacer las cosas, “trabajar pues” aquí va un recuento de lo que paso estos últimos meses. 












02_ Activación (a) (sesiones de té y conversación)


Un espacio para intercambiar ideas alrededor de agua, fibras, sueños, haciendas, tabaco, presas, hidroeléctricas, monocultivos, curaduría, el error y la contradicción. 

4 días de escucha y habla mediadas por tés con hierbas medicinales cosechadas hace 3 lunas llena en Terreno Familiar, sobre tazas de varixs amigxs ceramistas. 



02.1: Apuntes y notas de conversaciones:



Créditos:

A quienes me acompañaron y llevo cargando bien cerca Al señor Eligio, Moisés y su familia por confiar y cuidarme en la Chinantla. Al Jonote y a la región de Mirador por dejarme recorrer sus selvas, sembrar y aprender en el corte de sus ramas. 

Teñido: Gabriel Rivera 
Hierbas medicinales y adobes: Terreno Familiar 
Papel: Alberto Valenzuela 
Mobiliario: Javier Guzmán 
Edición de textos: A.Belarruti (Coníferas Tropicales) 
Encuadernación: @Cuscus_cuadernos 
Tejido: Daniela Chiñas 
Cerámica: María Cruz, Brenda Rios, Valeria Thomas, Ale Butrón, 
Natalia Berzunza, Paulina Rizzo, Rodrigo Treviño, Fermina, Beth Barbosa 

Gracias: Lorena, Miguel, Ari, Andrea, Caro, Carola, Polo, Cami, 
Martina, Adriana, Josefa, Jorge, Mao, Ladislas y a toda mi red de amigxs
 y familia que me sostiene y cuida.